
El m i t o
Eco fue una ninfa de la montaña que tenía una hermosa voz y siempre tenía las palabras precisas para decir lo que quería decir. Amaba hablar, era todo lo que hacía. Tanta gracia tenían sus palabras que distraía a Hera con su voz y sus historias para darle tiempo a Zeus de coquetear con otras ninfas. Cuando Hera descubrió que Eco había usado su gracia para traicionar a su propio sexo, la condenó a no poder iniciar ninguna conversación ni guardar silencio nunca, pues
de ahí en adelante solo repetiría lo que otros dijeran. Eco se enamoró de Narciso, quien la rechazó por no saber ver nada más que a sí mismo. Tras el dolor y la vergüenza del rechazo, Eco huyó hacia una cueva
en la que no ha dejado de lamentarse desde entonces. Ahora visitantes de todas partes vienen a oír, ver y leer lo que Eco repite. Son historias que se acumulan y se sobreponen en el tiempo y en el espacio. En ellas hay consejos y presagios que advierten sobre la condena y la insospechada libertad en el encierro de Eco.